En el estudio participaron 35 perros domésticos, 18 perros recién recogidos de la calle y 8 lobos criados en cautiverio. Hubo tres etapas:
Antes de comenzar se les enseñó a los perros que los humanos que participarían en el experimento eran confiables y premiadores potenciales.
- Se colocaron dos extraños a 18 metros de un perro. Ambas personas traían en sus bolsillos un premio para el can. Uno estaba de frente y otro estaba de espaldas al perro, al momento en que los dos lo llamaron, el perro sin dudar corrió con la persona que estaba frente a él. Hicieron el mismo experimento con todos los perros y en todos los casos sucedió lo mismo.
- En la misma posición que en el primer paso, esta vez los dos estaban frente al perro, pero uno estaba sosteniendo un libro con la mano abajo y el otro estaba sosteniendo un libro igual pero tapándose la cara (como si estuviera leyendo). Al llamarle al perro todos los domésticos corrieron hacia el de la cara destapada, pero los callejeros y los lobos no hicieron mucho caso a ese detalle, algunos prefirieron a la persona de la cara descubierta y otros al de la cara cubierta con el libro.
- En la misma posición, una de las personas traía cargando una cubeta en la mano y la otra tenía la cubeta en la cabeza, de modo que le estaba cubriendo la cara. A la hora de llamar a los perros no se encontró ningún patrón, algunos fueron con el de la cara destapada y otros con el de la cara cubierta. El único que varias veces prefirió al de la cubeta en la cabeza fue un labrador.
Las conclusiones a las que llegaron son las siguientes:
- Tanto los perros domésticos, como los callejeros y los lobos responden al estado de alerta humano, es decir, saben que tienen mayor contacto con un sujeto con el que están intercambiando miradas.
- Los perros domésticos que eligieron los investigadores, tienen dueños que leen mucho en casa. Es por eso que ellos prefirieron a los que no estaban leyendo, pues saben que el acto de estar sosteniendo un libro frente a su cara significa que el humano no está en un estado de alerta ni en un momento en el que le harán caso al perro. En cambio, los perros callejeros y los lobos no tienen esa información, eso por eso que algunos fueron con el primer sujeto y otros con el segundo.
- Ver a alguien con una cubeta en la cabeza no es algo común para ningún perro, es por eso que a todos les dio lo mismo. Sin embargo, el labrador que prefería al de la cubeta en la cabeza fue porque tiene un dueño que cada vez que sale de casa se pone el casco de su motocicleta y muchas veces le da un paseo antes de salir.
Aunque estas conclusiones parezcan no servirte de mucho, piensa qué es lo que haces tú muchas horas al día: quizás es cuando estás en la computadora que tu animal de compañía aprovecha para ir a excavar el jardín o a morder los sillones de tu sala. Tu perro es más inteligente de lo que crees.
te pasas es la charuja, jajaja ya ni la friegas burricienta, pero leiste la parte que dice que ellos ya saben cuando hacer de las suyas, jaja con razon los polos cuando mimes o estas en el ipad empiezan hacer su desmadre jaja.
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